Polìtica aburrida que nadie leerà.

Hoy escribirè algo de polìtica.

¿Què? ¿No te importa? ¿Quieres leer algo sobre sexo, o comentarios llenos de humor àcido?

...


¿Y a mi què? :D

Bueno, acà và.


Pocas veces en la historia moderna se ha visto una decisión política que, en apariencia sea tan sencilla, pero contenga un mensaje tan profundo, y una importancia tan trascendente; el día de ayer, después de 47 años, la política exterior de Estados Unidos, de la mano de la figura del momento, Barack Obama, ha dado un paso trascendental hacia el respeto de los derechos humanos, no sólo a nivel americano, sino una señal de confianza y respeto hacia estos ideales a nivel mundial. El embargo total hacia Cuba, esa cruel sombra que ennegrecía las confianzas dentro del círculo americano, se ha disipado ligeramente. Después de 47 años, los nativos de la isla que han emigrado, por distintas razones, al país norteamericano tendrán, por un lado, la puerta abierta para visitar a sus parientes que allí han quedado, previamente separados por una barrera no sólo 90 náuticas, sino por una barrera ideológica que provenía de aquél gris momento en el mundo, la guerra Fría. Este, sin lugar a dudas, es uno de los mayores pasos hacia el respeto de los derechos humanos que ha dado el gobierno norteamericano, una señal clara y diáfana, que permitirá a miles de cubanos tener contacto con sus familiares; derecho inherente e innegable de todo ser humano, que, hasta ayer, había sido negado. 47 años de políticas conservadoras en extremo tuvieron que pasar para que un hombre progresista dijese “no más” a tamaña y evidente violación de los DD.HH hacia Cuba y su población; y no es coincidente que sea un afro americano, miembro de una etnia cuyos propios DD.HH han sido pasados a llevar. No es coincidente que sea Barack Obama, descendiente ideológico directo de aquél visionario que fue Martin Luther King Jr, quien abriera la puerta hacia el futuro de las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos. Es, por supuesto, un paso pequeño dentro de muchas otras cosas que, en relación a los DD.HH en Cuba pueden hacerse, pero como señal es tan fuerte que es imposible no esperanzarse; a esto, sumada la nueva capacidad de los cubanos residentes en Estados Unidos de enviar remesas de dinero a sus parientes en la isla, mejorarán con creces la calidad de vida de tantos hombres olvidados por el mundo occidental. No queda de otra que celebrar y alegrarse ante una señal firme hacia los Derechos Humanos a nivel mundial.

¿Qué viene ahora? Sin lugar a dudas, hay mucho trabajo que hacer. Los años y años de constantes violaciones a los Derechos Fundamentales en Guantánamo han de ser corregidos, tal cual es la intención del mandatario norteamericano. Muchos dudaron, por un momento, de la verdadera voluntad política de Barack Obama respecto al tema; las dudas se han disipado en un aura de esperanza.

Después de esto, queda mucho por esperar.

Hoy no hay pelìcula, ni excusa por no escribir hace tanto tiempo.