Evo Morales: ¿Un nuevo “Mein kampf”?

Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina en la que podría ser la democracia más inestable del continente latinoamerícano, Bolivia, hay un personaje al que debemos prestar especial atención; no solo por el hecho que se perfile como principal candidato al sillón presidencial del hermano país, sino por sus ideologías, políticas extranjeras (especialmente su relación con nuestro País) y por un perfil psicológico especialmente peculiar. El personaje en cuestión responde al nombre de Evo Morales, nacido en una familia de ascendencia Aymara, proveniente de una familia de escasos recursos cuya actividad principal era la explotación de la hoja de Coca. Sin embargo, este mismo pasado corresponde a más de una familia indígena del país andino; ¿qué es lo que hace que Evo Morales sea tan especial? Tal vez su constante lucha por el poder que él cree ganar para su gente, en una cruzada comunista por la renacionalización de los recursos, a cualquier costo. Pues, vemos al mirar a Evo Morales a un personaje de tez oscura, partida por el sol, de estatura baja, y mirada torva. Calificativos similares a los de Hitler, y Napoleón. ¿Qué podemos decir de su personalidad? ¿Qué denota rasgos megalómanos y exageradamente proselitístas? ¿Qué tiene por bandera el populismo mal llevado que me hace recordar sospechosamente a Lavín? Mirando ambas características, y mirando su cruzada por “una Bolivia más justa, con dignidad para su verdadero pueblo”, ¿No estamos en presencia de un conquistador/dictador en potencia? Sabemos muy bien cuales fueron los inicios de Hitler; y podemos decir que Morales ha pasado por una vida política muy similar. Intentos de ascensión al poder, políticas externas muy similares, pensamiento ideológico sospechosamente similar (Xenofobia marcada, resentimiento social casi psicopático, odio patológico a todo lo que se muestre neoliberal).

Ahora, precisamente ahora, a 6 días de la elección (que probablemente gane en Bolivia este mimi Lavín) la política externa de Chile deberá manejarse con el más extremo cuidado; el rencor que Morales tiene por nuestro país (y por los ideales que representa, especialmente por el mar) y su cercanía con Caracas (y con la Habana) nos hace predecir un triunvirato político que puede desestabilizar el clima de “tranquilidad política” imperante en la muy ingobernable y fundamentalmente intolerante para si misma Latinoamérica (Tal vez lo que Morales desee es llevar la inestabilidad democrática de su país a todos los rincones del continente descubierto por Colón). Sin embargo, habrá que ver. Habrá que ver que sucede este domingo; más, considerando el abuso del populismo en la campaña prostelítica de Morales (¿Alguien dijo Lavín?) Y la diferencia práctica del pueblo Boliviano con el nuestro) hace suponer que el peor escenario es el escenario posible.

Si se preguntan por qué escribí una entrada seria y política, sigan preguntándose, o pregúntenme a mi; total, la respuesta, en ambos casos, será la misma. No tengo la más mínima idea, pero supongo que se ve interesante un blog con un ápice de cultura, de vez en cuanto, especialmente si contiene tanta ociosiedad como el mio. Saludos.

Canción del día: Karelia - Raise¿Cómo estuvo el día de hoy?: Cada día más caliente… (jajajaaj)

Película para hoy:

Flightplan / Plan de vuelo, el regreso al cine de Jodie Foster (la amo). La película no es particularmente buena (aunque presenta un guión muy interesante) pero la pongo por que Jodie Foster es rulz. Y la amo. Me casaría con ella, si ella quisiera casarse conmigo, claro. Y en caso en que no quiera, también me casaría con ella.



Flightplan (2005).

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