Kaede on the rocks

Una mierda de Blog. Más de 1000 moscas no pueden estar equivocadas. ¿Me pregunto si alguien leerá esto? Si es así, y te resulta ofensivo, puedes pedirme que lo cambie. (Nelson: Ha-Ha!)

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Location: Valparaiso, Chile

Se busca joven de 22 años, caucásico (me encanta esa palabra cuando la dice el típico policia al típico investigados en las típicas películas detectivescas), pelo negro, semi largolargo, tez blanca y pálida AKA bronceado de cantina, semi romántico, ecologista, bohemio. Se le ha visto vagar por las calles de Valparaiso y Viña del mar. Cuidado: está armado con una lengua terrible y es considerado extramadamente peligroso para las mujeres solteras (Esta frase no es mia, mi mejor amigo me obligó a ponerla, mis disculpas a todos/todas)

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Wednesday, May 31, 2006

Tiempo de Amar

¿Por qué, cuando amamos, solemos tener esa “sensación” de que, eventualmente, un gran daño será causado? Pues, claro, si “amamos” realmente, alguien debe sufrir. Es consecuencia natural de la existencia humana. Para que alguien ame a alguien, una multitud de cambios hormonales, en primer lugar, debe ocurrir. Esos cambios nunca son fáciles (como entenderá cualquiera con el mínimo conocimiento de neurobiología). Por lo general, el cuerpo humano siempre resiente cualquier tipo de “anormalidad hormonal”. Pues bien; muchos me tildarán de déspota, pero veamos friamente. El ser humano, ¿ama en cada momento de su existencia? No. ¿Ama la mayoría de su tiempo? Tampoco. En realidad, debo suponer según la experiencia que he reunido en estos años de testimonios incontables de los cientos de personas a las que enfrento a si mismas, que el “tiempo de amar” es realmente ligero. Difícil de encontrar, y fácil de partir. Pues bien, coincidiremos en el primer punto; el amor no es un estado natural del hombre. Un estado natural del hombre podría ser, por ejemplo, dormir. ¼ de nuestra vida la pasamos en ese estado. Claro, uds. Me dirán “Kaedito, es un estado emocional”. Pues bien, les insto a hacer la siguiente prueba. Durante su día, marquen cuantas veces sintieron realmente amor, y cuantas veces se sintieron frustrados, o iracundos, o felices. Se darán cuenta que el “tiempo de amar” es ínfimo, si lo comparamos con otras manifestaciones emocionales más viscerales y naturales como son el odio, la ira, o la felicidad. Digamos; cuando ves a un imbécil colarse en la fila en la que llevas horas esperando, sientes ira. Cuando tu hermano chico se manda una cagada, y tu caes por el pato, si, sientes su resto de odio. Cuando tu cachorro sale a la puerta a recibirte, sientes felicidad. Pero, ¿Y el amor?.

Pues bien, me dediqué a hacer un pequeño experimento práctico. Me junté con mi niña adorada, a quien amo. Y me dediqué a contar cuantos “tiempos de amar” realmente sentía, y cuantos otros sentimientos.

Y caí en cuenta que el cuerpo humano está mejor preparado para resistir los embates hormonales de las emociones más viscerales, naturales, y frecuentes en el cuerpo humano. Cuando sientes ira, la adrenalina se te sube a mil, y tu cuerpo se prepara para tomar acción. Cuando sientes felicidad, la serotonina se te dispara, y sonries hasta por que te cayó una gota de agua en la cara. Y así, multitudes de otras. Específicas. Reactivas. Bien preparadas.

Cuando amas, ya empieza a quedar la cagada.

Bueno, me empecé a dar vueltas en el primer punto, pero había que recalcarlo. Amar NO es natural. De ahí que sus tiempos sean tan increíblemente escasos.

La segunda premisa es más filosófica. A través de la historia, todo el mundo profético y teosófico ha proclamado el amor.

Epa. ¿Eso quiere decir que predican algo que es completamente contra natura?

Bueno, eso es lo que son los diez mandamientos. Diez prohibiciones a la naturaleza animal del hombre, cosas que diariamente hacemos naturalmente, en nuestra animalidad (de ANIMA, no de animal), y por las que debemos pagar. Y ¡sas! Se aparece la iglesia como único vehículo salvador, y como tal, plenipotente ante nuestras faltas que, de acuerdo a sus reglas, merecen el infierno. Y a cambio de la salvación de nuestras almas, piden una que otra cosilla.

Si pues, señores, Jesús predicó sobre el amor. Mahoma. Buda. Bla bla bla. La lista continua.

¿Acaso filosóficamente estamos PREDESTINADOS a sufrir por amor? Y no solo las consecuencias físicas, dada la obvia falta de preparación hormonal y bioquímica. No entré a considerar las atenuantes psicológicas de amar. Y son peores. Y más dañinas.

Aparentemente, la respuesta es si. Así que ten cuidado la próxima vez que te enamores. Y si lo estás, y en este momento sientes esa angustia que describí en un principio, si yo fuera tu, tomaría a mi polola ahora mismo, y le haría el amor…

…Que siendo un bien tan escaso para el hombre, ¿Debe ser aprovechado no? Ese es el quid del asunto, mon amis. Peace.

Tema del día: Nazareth – Love Hurts. (Nakita, espero algún día leas esto, aunque no creo xD Y si lo lees, entenderás por qué todo empezó de nuevo, y por qué escribo esto)

¿Cómo estuvo el día de hoy?: Iluminado, y no a causa del sol.

Película del día de hoy:

CD1

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CD2

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Código da vinci. No necesita Más presentación que esa, y Ron Hubbard a la cabeza. No tan buena como esperaba, pero indispensable de ver.

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