Lo que se define en esta elección.

No me gustan las campañas de terror. Debo comenzar aclarándolo; y en ese sentido, critico a ambos candidatos. Tanto Guillier como Piñera han llevado a cabo certeras "Psyop", operativos de influencias social, diseñados para empujar la opinión pública hacia un lado o hacia el otro, mediante el miedo. Miedo que se ve fomentado por la predilección de las redes sociales por la posverdad. Es por eso que considero necesario abrir los fuegos con las siguientes lineas: se definen muchas cosas en la próxima elección, pero NO el fin del mundo. No será una razzia para los empleados públicos ni el fin de los derechos sociales si gana Piñera, como con tanto ahínco proclama el candidato Guillier, ni nos convertiremos en Venezuela y volverán las filas de la UP si triunfa este último, como podría haber implicado una peliteñida y recientemente electa diputada ex maratonista.

Nos jugamos cosas muchísimo más importantes.

Hablando con una gran y brillante amiga, no hace mucho, me dijo que si ganaba Guillier iba a ser un gobierno de "transición". Y estoy completamente de acuerdo. Si Guillier triunfa en la elección, se profundizará el camino hacia un estado socialdemócrata de ingreso medio. Es decir, se garantizarán derechos sociales sin tener un crecimiento que los avale, muy similar al que tuvimos durante la administración de Bachelet. Clarificar esto toma vital importancia por dos razones: por un lado, Chile es un país profundamente desigual, y los derechos sociales son más que bienvenidos. En ese sentido, la linea es correcta; sin embargo, no somos Dinamarca, ni Finlandia. Nuestro modelo económico es extractivo; pescamos cositas que sacamos de la tierra y las vendemos, y compramos de vuelta esas mismas cositas convertidas en otras cositas con más valor. Bajo este modelo, es imposible garantizar derechos sociales sin caer en un endeudamiento: endeudamiento que se acrecentó en el actual gobierno, y se profundizará en el siguiente, de ganar Guillier.

Por otro lado, un triunfo de Piñera nos devolverá en la senda del crecimiento. Eso es innegable. Y acá no voy a comer vidrio: la derecha sabe como hacer riqueza. De ganar Piñera, tendremos un país más rico que el actual. A cambio, detendremos el camino de los derechos sociales que tanto han entusiasmado a los analistas políticos progresistas internacionales. Cabe, por supuesto, dudar si será capaz Piñera de contener el ánimo regresivo de sus socios de ultraderecha de la UDI. Creo que en esta pasada le será mucho más sencillo gobernar hacia el centro con lo debilitado de la bancada del partido de Guzmán, pero habrá que ver que tan real es el interés por mantener lo conseguido. Se ha prometido mantener la gratuidad, y aumentarla en la medida que el crecimiento lo permita. Ver para creer, como diría Santo Tomás.

Ahora, lo que nos compete. Lo que realmente nos jugamos el 17 de Diciembre es decidir que país queremos ser. Es lamentable, pero mi sector (el centro moderado) fue aniquilado por las fuerzas centrífugas de la pasada elección parlamentaria y el nuevo sistema de elección, que beneficia a los extremos. En esta pasada, se nos da a elegir entre un gobierno de Guillier, que podría ser una transición a un período muy largo de gobiernos de izquierda cada vez más y más profundos, o un gobierno de Piñera que recibirá un país endeudado, y tendrá que "cuidar la billetera". Esto significa que, ante una debilitada Nueva Mayoría, y dependiendo del éxito político del gobierno (en lo económico, pase lo que pase, creo que vienen días mejores para Chile) podríamos tener un segundo gobierno de derecha o, si fracasa y la calle se toma el poder, un primer gobierno de un acrecentado Frente Amplio.

¿Qué país queremos ser?

SI! Kaede ha vuelto luego de 10 años. Dudo que alguien aún siga leyendo esto, y si lo hace, se dará cuenta que no soy el mismo. Ahora soy fome. Pobre, pobre gat... Kaede.

Loretormenta, dudo llegues a leer esto, pero he vuelto.